
Abrir los ojos no es fácil, Abrir la mente es un trabajo mucho mayor…Pero ver la realidad Y descubrir ingenuamente Que la verdad no se pinta
De un matiz soñador…Estremece a cualquier Inocente que vive Sin conocer el negro como color.
De esta forma se ve la arrogancia como un valor,
Al odio como la muestra más grande de amor,
La verdad como pura ficción
Y la sonrisa perfecta
Como la mentira más siniestra.
Con un velo se esconde, fría y serena, la maldad acoge a cualquier alma, despojando toda su belleza. Las miradas furtivas no alcanzan a observar los oscuros pensamientos de todos aquellos que no quieren soñar, que odian amar y viven la arrogancia como el lecho de un hogar. La oscuridad arropa los corazones, el egoísmo viste sus acciones y el llanto se seca en sus ojos, las ventanas del alma están cerradas y un beso, que antes lo era todo, se desvanece como si no tuviera importancia, todo lo primordial en el mundo se evaporo en una ráfaga de partículas volátiles… que ya no volverán a la tierra como lluvia.
El amor ya no refresca sus gargantas, el alcohol ya se ocupo de eso.
Los besos ya no consuelan a nadie, solo lo efímero eleva una codiciosa sonrisa.
Un abrazo ya es muestra de traición.
El “Te amo” perdió su significado ya solo es un pasajero reclamo.
Ya nadie puede huir… los barrotes que los humanos crearon ahora se extienden a los cielos… arropando su indomable presencia.
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