martes, 29 de diciembre de 2009

Libre Albedrío


Mira….observa y siente la verdad…
la verdad a tu alrededor
Ellos no te dejaran cerrar los ojos, te mostraran la realidad…
Una realidad cruda y llena de mentiras donde cualquiera puede ponerse una máscara de lo que se cree ser…
Aun así todos nos conocemos, todos sabemos quiénes somos, nadie nos puede engañar, ellos nos han abierto los ojos y no permitiremos que nos separen… todos somos uno.
Algunos no lo quieren reconocer, quieren destruir nuestro libre pensar y nuestra capacidad de luchar
Pero nuestro grito hará eco en la soledad y perforara los oídos de todos aquellos que nos dan la espalda…
Esto puede funcionar…
Si tú no Puedes pensar por ti mismo?
Si no Puedes luchar por un ideal sin que nadie te manipule?…
O acaso puedes romper las cadenas de la opresión sin convertirte en un fanático que solo se deja llevar por los demás?
Sé que tú puedes seguir adelante… tú y solo tú te conoces, nadie más puede ver todo tu ser interior.
No corras y no huyas. Enfréntate a la realidad, ármate del valor del espíritu de lucha que ellos nos dan.
Sus gritos, sus voces y sus cantos nunca serán apagados, ellos nos guiaran, porque son los verdaderos héroes .
Mira…observa y siente las insignificancias de la vida ya que estas pueden revelarte valiosos secretos…
El volar de un halcón… el correr de los siervos en un bosque… el canto de un lobo a la luna… los murmullos del mar.
Muchos tratan de destruir la belleza que nos rodea y lo más decepcionante es que lo están logrando, pronto nos quitaran las insignificancias de la vida, las que nos hacen felices y nos dejan ver la sutil gracia que emana nuestro mundo.
Pronto ni podremos ver un halcón volar… o no habrán bosques para que los ciervos corran libres… los cantos de los lobos se apagaran y el mar ocultara sus murmullos…
Todo puede cambiar, tan solo hay que empuñar nuestras espadas y cargar nuestros escudos…
No dejare que me derroten tan fácilmente…
Y tú …?

domingo, 20 de diciembre de 2009

Mas Allá

Me veía rodeada de cuatro paredes grises como una mañana antes del amanecer, pero no estaba asustada, no sabía cómo había llegado allí, pero estaba segura que nada malo me pasaría, por el contrario, sentía un buen presentimiento.

En un instante sentí otra presencia…. Y allí estaba él. No podía creerlo.
Me dedico una sonrisa y yo no pude evitar devolvérsela, era perfecto, veía cumplirse uno de mis anhelos mas esperados, podía sentir la dicha emanar de todo mi cuerpo…
Esta vez sí era real, no era una simple ilusión provocada por el amargo trago de la lejanía, lo sabía porque Podía detallar cada ondulación de su cabello… su tenue color marrón y sus brillantes ojos.

Mi ídolo,
Allí parado,
Allí observándome.
Se acerco hacia mí, sus pasos eran rápidos y no se detuvo en ningún momento, lo único que podía sentir era el eco de un momento feliz en mí ser. De pronto me miro directo a los ojos, podía leer mi alma y yo la suya, sabia quien era yo y lo que quería, y de un bolsillo saco el regalo que más había querido en mi vida, el más ansiado y con una sonrisa soberbia lo detalle. Con un pequeño gesto me indico que aun faltaba otra sorpresa… saco un pequeño marcador y escribió algo sobre la caratula, tenía una caligrafía como ninguna otra aunque no podía leer lo que allí estaba escrito, pero estaba demasiado agradecida con él, nunca había pensado que residiría un regalo así y menos de parte de alguien que no había visto nunca. Con un movimiento ágil se acerco a mí y me susurro algo que no pude descifrar.

Me desperté de golpe y observe que aun tenía ese regalo en mi mano y pude leer lo que decía:

"Para una de las pocas personas que con solo verle he descubierto que puede sobrevolar los sueños de todos aquellos que no se atreven a ser felices.
Sigue así.
Con amor Víctor".


Creía que de verdad estaba delirando por haber tenido aquel sueño, pero no podía negar que aquello que sostenía entre mis dedos... era completamente real.

Y con una sonrisa picara en mí rostro repetí las palabras que en mi sueño no pude comprender:

"vamos mi pequeña ave, extiende tus alas y vuela de vuelta al mundo real. Ahora posees lo que más querías."

Abrasé con fuerza mi regalo. Salte de la cama con intensiones de tener un buen día.

Belleza Cegadora

La soledad lo rodea,
No se da cuenta de nada,
Vive en la ignorancia,
Ya no le apetece luchar.

Hubo un tiempo mejor,
El podía volar,
Extender sus pensamientos
…su imaginación…

Era el hombre más libre,
Podía empuñar una espada
Y así mismo soñar con nunca despertar.

Pero algo lo arruino,
Algo oculto en un cuerpo perfecto,
En un vestido de ceda
Y una sonrisa depravada.
Un ser sin corazón…

Él se dejo llevar de esa belleza tan mundana,
Aquella mujer que lo enamoro
Coloco sobre sus ojos un manto de oscuridad,
Él no se defendió…
Tan solo la acaricio,
Y por el más mísero amor
Sus alas cortó.
Nunca más soñó…
Pero jamás despertó del vacío que lo cegó
Su imaginación murió
Y así una persona más se perdió.

Ya nada lo puede salvar,
Esta en un mundo de calma
Donde la arpía controla su esencia
Como a una marioneta
Y así ha de durar,
Hasta toda la eternidad.

El hombre podrá pelar
Pero del amor no logrará escapar.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Dolor


Me soltó la mano,
Me dejo caer y luego
Me dio la espalda.
Pero antes de irse,
Me rompió el corazón.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Cielo

Condenada estaba,
Perdida en su inmensidad.
Las tinieblas la rodeaban.

Desesperación, lo único que sentía.
Miraba hacia arriba,
Veía lo que más amaba…
La infinidad de ese cielo azul.
Pero ella estaba encadenada
A la tierra empolvada.

Lagrimas…
Cada una de ellas rodaba por sus mejillas,
No la dejaban en paz,
Su corazón roto
Y el deseo de volar
Acongojaban su alma
Y deseaba ir con su amor.

Muchas veces se rindió,
El dolor no la dejaba avanzar.
Pero al final no importo,
Extendió sus alas y voló.

El viento acaricio su cuerpo,
Por fin vio su sueño cumplido.
Era la primera vez que reía,
Fue como el abrazo de la madre que nunca tuvo
Y el beso de quien la negó…

Pero se le acababa el tiempo,
No quería volver a la tierra,
Las tinieblas ya la llamaban,
De nuevo llorando,
Y con su último aliento
Voló más allá del cielo.
El sol quemo sus alas,
Un dolor gratificante
La fundió con el aire,
Su vida acabo
Con un soplo de alivio.

No sufrió más…
Pudo flotar
Junto a su amor
Por toda la eternidad.

Flores Marchitas

Mirando las flores marchitas
Pensando en un futuro…
En el cual no veo rumbo.
Pensar en que algo puede fallar,
Tan solo pensar…
En que ya no te puedo encontrar.

Mirando las flores marchitas
No hay salida,
No hay huida.
No veo mi vida...
La he perdido
De nuevo… ¡de nuevo!
Así es mi existir
Aunque en si
No sé que ser hay en mí.

Mirando las flores marchitas
Lo único que hago,
Lo único que me queda…
La mirada humillativa
A la que siempre temía…
A la mirada que solo me dejo
Mis flores marchitas,
Las que cada día
Me dan la misma ideología,
Sin sentido y aburrida.

Como lo extraño…
Sé que no me ha cambiado,
Sé que no me ha engañado,
Tan solo sé que me ha dejado.

Saludo con mi ramo de flores marchitas,
El momento de la armonía
Que han dejado 2 amores:
El uno olvidado
Y el otro acabado.

Puedo seguir así,
Sé que si,
Ya me acostumbre
Al dolor y a la compañía
De mis flores marchitas.

El Lider

Él corría rápidamente junto a su compañero. De pronto se detuvo en seco, su corazón sintió un vacio insoportable. Alzo lentamente la vista hacia el cielo nublado, sentía como cada gota de lluvia le recorría su rostro lleno de amargura, cerró sus ojos de color negro como el carbón y pidió al cielo que aquella figura que había visto en frente suyo mientras corría, no fuera ella.
Su compañero se preguntaba quién era esa chica, pensaba que solo bastaría un movimiento para sacarla del camino. Sentía un gran impulso de matarla, solo quería destrozarle el cuello y ver fluir el líquido rojo que tanto le gustaba. Se agazapo y mostro una mirada de furia y felicidad alocada, le gustaba ver sufrir a las personas, en especial chicas bellas como ella. Miraba su pelo negro con ondulaciones, su cuerpo perfecto y su expresión le hacia hervir la sangre. Pero lo que más le llamaba la atención eran sus grandes ojos azules, sentía como si pudiera ver el cielo despejado en ellos, y la verdad, quería acabar con ese brillo que los iluminaba.
El mas joven de los 2 hombres, el líder, abrió los ojos y devolvió la vista hacia su compañero, vio su pasión, la mirada asesina que siempre prestaba a una muerte anunciada, eso lo enfureció y Se movió rápidamente, y en un abrir y cerrar de ojos lo inmovilizo. La mirada feroz que le clavo fue suficiente para detener cualquier deseo de muerte que tuviese, sabia que el ya no intentaría nada.
-debemos irnos, líder, los demás deben estar esperando nuestra llegada. Además Todos en la villa deben estar en nuestra búsqueda para matarnos. –Pronuncio con temor su compañero- .ambos sabemos que no podremos ganarles a todos…
-cállate-dijo fríamente-.no te metas en esto, no eres rival para ella…y tampoco yo.
Aquel hombre trago saliva asustado, ¿tanta fuerza tenia aquella chica?, decidió no meterse en el asunto de su líder, sabia que podría resultar muerto, así que solo se limito a observar.
-¿intentaras detenerme?.- pregunto con la mirada perdida en el vacio.
-si lo intentara…-dijo ella con seguridad-. ¿Me matarías?
Hubo un momento en el que nadie hablo, solo se escuchaba el caer de la lluvia. el líder nunca había sido un hombre que demostraba sus sentimientos, pero aquel día su compañero vio correr una lagrima por la cara de aquel infeliz muchacho, estaba seguro de lo que era, pues se veía diferente a las demás gotas de lluvia que rodaban por su rostro, no sabia como, pero así era. Se sintió avergonzado al a ver tratado de atacar a esa chica, pero la lastima embargo su corazón, nunca pensó que un líder de una de las organizaciones mas desalmadas del mundo pudiera estar sufriendo tanto por alguien, se veía en su expresión que de verdad la amaba.
-no podría hacerte nada.-pronuncio esas palabras con un gran dolor. No podía verla a los ojos, el se consideraba un demonio y pensaba que un ángel como ella no lo podía perdonar ni volver a amar-. No te culparía si me quisieras matar en este momento, no trataría de evitarlo.
Una sonrisa cálida y llena de esperanza recorrió la cara de la chica, era una de esas sonrisas que podían regocijar el alma mas destrozada y eso fue lo que hiso. Era obvio que no lo heriría.
-es mejor que se vayan, no querrán que los atrapen.-pronunciaba esas palabras tan cálidamente que se podía sentir un amor fraternal en el aire-. Me sentiría culpable de que murieran.
El líder esbozo una sonrisa de anhelo, de nuevo tenia una esperanza, un ser por quien luchar y amar. Nunca creyó que alguien a quien le había hecho tanto daño le pudiera perdonar tan fácil y rápidamente.
El compañero avanzaba al lado del su líder, el cual se detuvo al lado de aquella bella mujer que aun tenia una sonrisa juguetona.
-fue un placer encontrarte de nuevo, “líder”...
-lo mismo digo.
-¿te volveré a ver?-pregunto desilusionada.
-si aun puedes amar a un asesino...
Ella de nuevo puso una mirada desoladora y asintió con la cabeza. Eso alegro mucho mas al líder y Sin que ella pudiera hacer algo, èl le planto un beso en la boca, ambos extrañaban aquella sensación, le acaricio la cara con la punta de los dedos y se despidió. Comenzó a avanzar rapidamente al lado de su compañero, el cual no pronuncio palabra alguna.
Lo ultimo que ella escucho del líder, fue el chapoteo de los charcos bajo sus pies. El agua aun caía y ella al no sentir más su presencia, callo al suelo y rompió a llorar. De nuevo lo perdía, ¿que más podía hacer? ¿Acaso…ese seria su último adiós?
Ese día un alma pudo ver de nuevo la luz, y la otra sintió la espada del sufrimiento atravesar su interior, ¿el destino podía ser tan cruel para separarlas de nuevo?